El cielo lleva descargando agua de manera torrencial desde no sé que hora. Los grupos de whatsap de los amigos son un ir y venir de videos de destrozos en Utiel, Chiva, Requena, Utiel, Buñol y otros tantas localidades cercanas. La tierra de la que soy está soportando agua hasta niveles que no recordábamos. Ahora mismo me ha llegado un video de La Alameda en Utiel.
La casa aparece cubierta de agua hasta el primer piso. Por allí vivía mi tía Amparo. Se han acumulado los recuerdos con una sola imagen del desastre. La Puerta del Sol de Utiel es una balsa, también las calles desde la Cooperativa del Vino hasta el final de la calle. El rio Magro se ha desbordado. El horror. El temporal está siendo implacable con la zona. Los coches se golpean uno con otro, la rambla baja como un río caudaloso típico de paisajes tropicales.
La mañana empezó con el típico mensaje de “han suspendido las clases”. Yo estaba haciendo la maleta porque hoy debía estar esta noche en la presentación de los Premios Planeta en Madrid, un encuentro con las autoras, con la editorial y con libreros. Tenía los libros leídos y las preguntas preparadas. La maleta para dos días. Botas, paraguas, gabardina, ropa de abrigo… El miércoles me tocaba presentar mi último libro, Mi pequeña librería, en La Mistral. Y firmas. Y ver a amigos. Y etc. Pero la cosa no pintaba bien. He llamado para avisar. No creo que sea oportuno coger el AVE, he dicho. Aquí está la cosa mal. Aún así, como desde Madrid todo parece “las afueras” y lo que no es Madrid parece el extranjero me han dicho que lo intentara.
El intento ha sido con el chófer que me ha llevado a la estación del AVE de Requena-Utiel. Pero, como os imagináis, todo era una balsa. La autovía estaba cortada e inundada. Como hemos podido hemos buscado un cambio de dirección y regresado a Buñol dos horas y media después. O yo qué sé. Cabreado. Enfadado. Y en ese momento, cuando han empezado a llegar los videos y las fotos del desastre en Utiel, en Requena, en Buñol, en Chiva… en mi tierra, la mala hostia ha mutado en tristeza.
Veremos la noche. Crucemos los dedos. La Librería de Doña Leo también se ha inundado, la parte de la trastienda es un charco y sigue cayendo agua desde el techo por culpa del patio interior que hay arriba que no soporta el agua. También chorrea desde la pared. Suspiro de tristeza pero parezco un toro bufando. Aprieto los dientes. Yolanda y yo hemos puesto cubos y cartones, pero la fuerza de la lluvia no es precisamente tímida.
En fin, que como decía el poema de Vicent Andrés Esteles:
Llueve esta tarde, llueve, llueve en las alamedas. Llueve esta tarde, llueve, llueve en los cementerios. Llueve esta tarde, llueve, llueve en las gabardinas. Llueve esta tarde, llueve, llueve por las paredes. Llueve esta tarde, llueve, llueve en las estaciones. Llueve esta tarde, llueve, llueve en los violines. Llueve esta tarde, llueve, llueve en los escritorios. Llueve esta tarde, llueve, llueve por los tejados. Llueve esta tarde, llueve, llueve por las praderas. Llueve esta tarde, llueve, llueve en los urinarios. Llueve esta tarde, llueve, llueve en las azoteas. Llueve esta tarde, llueve, llueve en los acordeones.
29 de octubre de 2024. Máximo.
Dios mío ha sido terrible, es terrible. Tenemos amigos en la zona con sus negocios y casas anegados… ellos de momento bien, pero 3 trabajadores desaparecidos…
Esto es dantesco..
Yo estoy llorando por todos vosotros.
Espero que estéis bien y que la librería sufra lo menos posible 💔
Ante todo deseo que la librería de Doña Leo no sufra muchos daños, que la lluvia amaine y pase este tremendo temporal. Es terrible esta dana, esta causando muchos daños y lo que es peor, la pérdida de vidas que ya se ha cobrado por desgracia. Mucho ánimo y todo mi cariño para todos.