Con “Los hechos de Key Biscayne” de Zita Rubert sobre el sofá, la madre con los ojos cerrados en su sillón y la perra pegada a la estufa de leña, empieza la primavera. Ha empezado la primavera, ¡cualquiera diría! En mis tiempos -no sé cuales son- le llamábamos tiempo de fallas a esos días de camiseta y cazadora vaquera en los que nos sentábamos en alguna terraza e hilvanábamos una caña con otra. Eso era lo mejor de las fallas, la sensación de que había acabado el invierno y de que dábamos paso a la primavera con ganas, con tracas, con fuegos, con gafas nuevas de sol que estrenábamos para la semana grande.
© 2025 Máximo Huerta
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