“Respeto todas las opiniones”, dicen algunos con excesiva ligereza. ¿Por qué voy a respetar a quien es machista, homófobo o racista? No, yo no respeto todas las opiniones. ¡Cómo voy a respetar opiniones que van contra los derechos humanos? Incluso puedo detestar a quien las lanza. En el mejor de los casos, podría comprender de dónde viene ese argumento o por qué esa persona ladra semejante barbaridad. Pero eso no me lleva a respetarlas. De ninguna de las maneras. Tal vez, podemos respetar a las personas que las emiten. Incultura, torpeza, bravuconería…
© 2025 Máximo Huerta
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