“Darle la vuelta” a la casa siempre ha sido una opción para que todo parezca nuevo. Poner la lámpara en la otra esquina o cambiar los cuatro adornos que rondan las estantería. Vuelta al sofá o a la mierda la cesta de las revistas. Lo hacía mi madre y lo hago yo, supongo que eso va en el ADN que se cuela en nuestras células como herencia programada. Somos lo que somos, muchas veces, por imitación.
© 2025 Máximo Huerta
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