Estas redes, substack o cualquier otra, están llenas de mensajes motivadores para que entendamos nuestra vida. Cosas de esas de “averigua tus errores” o “cómo encontrar a personas vitamina”. Etcétera. No estoy en contra, pero no me fio del todo. Porque, de la misma manera que iría a un médico por algo digestivo, voy a un psicólogo, no a una web.
Pero bueno, utilizaremos el asunto del que voy a hablar como si hubiéramos leído el tema en la sección un diario. No en IG.
Al señor Algoritmo ahora le ha dado por enviarme fotos de casas de campo, perritos rescatados y hombres de gimansio. Y también, a lo que voy, a tipos que explican qué son las personas narcisistas. En un principio, cuando lo leí, creí que eran esos vanidosos hijos el mito que se miraba en el reflejo. Pero no. O no solo eso.